Te amo sobre todas las cosas y deseo tenerte en mi alma.
Ya que ahora no puedo recibirte sacramentalmente,
ven espiritualmente a mi corazón.
Como si ya hubieses venido,
te abrazo y me uno a ti:
no permitas que me aparte de ti.
AMÉN.
Alabemos a la Santísima Trinidad; Padre, Hijo y Espíritu Santo, Tres Personas y un solo Dios. Corazones unidos abrazados por la oración.
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