JESÚS
DEBE REINAR
EN NUESTROS CORAZONES.
ASÍ, EL REINO DE DIOS,
COMO PEDIMOS EN EL 'PADRE NUESTRO',
VENDRÁ A NOSOTROS.
HOY MEDITAMOS:
¿CÓMO HACER PARA QUE
JESÚS
REINE EN MI?
¿QUÉ LASTRE
TENGO
EN MI
CORAZÓN
QUE DESAGRADA
MÁS
AL SEÑOR?
En el Camino, la miseria que se vuelve más desagradable al Maestro es aquella cuya amarra podemos ya cortar y que sin embargo queremos conservar y nos apegamos como ese defecto en el amor al prójimo, ese rencorcillo que recordamos con mayor frecuencia de tal o cual hermano, ese hábito que encadena, esa 'costumbre' que nos expone a pecar, hoy debemos con Su ayuda cortar, abramos las puertas a Cristo.
Basta un pequeño hilico para impedir a un pajarillo volar.
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