sábado

SAN JOSÉ

¡San José,
guardián de Jesús y casto esposo de María,
tu empleaste toda tu vida en el perfecto cumplimiento de tu deber.
Tu mantuviste a la Sagrada Familia de Nazaret con el trabajo de tus manos.
Protege bondadosamente a los que se vuelven confiadamente a ti.
Tu conoces sus aspiraciones y sus esperanzas.
Ellos se dirigen a ti porque saben que tú los comprendes y proteges.
Tú también supiste de pruebas,
cansancio y trabajo.
Pero,
aún dentro de las preocupaciones materiales de la vida,
tu alma estaba llena de profunda paz
y cantó llena de verdadera alegría
debido al íntimo trato que gozaste con el Hijo de Dios
que te fue confiado a ti a la vez a María,
su tierna Madre.
Amén.
-Oración de SS. Juan XXIII-

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